Noé Segura / Columna (2ª y última parte)
Terminó la guerra de precios del petróleo entre los pises del Medio Oriente y Rusia, con la intervención de los norteamericanos. El acuerdo se acaba de firmar y tal parece que los precios vuelven a su normalidad.
A México, al estar en la OPEP, le pidieron que bajara su producción de 400 mil barriles diarios mientras esté la crisis pandémica por lo que en la previa reunión de ejecutivos de varios países enlazados por videoconferencia solicitaban quedara aprobado este acuerdo internacional para terminar el conflicto.
Sin embargo, México sólo se comprometió con 100 mil barriles menos. Se esperaba que no lo aceptaran porque Irán exigió que lo sacarán de la OPEP por no acatar la indicación.
Además, la secretaria mexicana de energía los dejó plantados, se levantó de la mesa de negociaciones, atrasando un día las negociaciones por falta de respuesta, por lo que Donald Trump salió al quite con ese compromiso, o sea Estados Unidos bajará esa cantidad a su producción en lugar que lo haga México, quedando que nuestro país después le repondría esa cantidad.
Y toda la clase política de oposición le exige a AMLO que aclare qué acuerdo es al que se llegó con los americanos.
La jibarización priista llega en el 2018 con cifras que no imaginaban tener en ese año electoral un resultado fatal tan negativo para seguir en el poder en este sexenio.
En las candidaturas a diputados federales 9.21% , senadores 10.9% y en votos presidenciales sólo obtuvieron el 13.5%, conservando el 34% en las gubernaturas. Luego de sobrevivir fuertemente en 1968 con la revuelta estudiantil, los colapsos económicos de 1976 y 1982 que fueron de los echeverristas y lopezportillo, pero el PRI trata de no hundirse y que llegue a su final.
En 1982 cayó en debacle, con un colapso económico e ingreso arribistas al poder de los tecnócratas neoliberales. Sobrevivió, disminuyendo y perdiendo posiciones hasta la derrota de los dos sexenios de inicio del milenio, cuando llegaron los panistas al poder presidencial.
El PAN se suicidó políticamente con una alternancia mediocre porque no pudo construir una alternativa política social y de seguridad con más bienestar para los mexicanos.
En el 2012-2018 el PRI logra con Peña Nieto ganar la presidencia rompiendo las barreras políticas en su contra, siendo: 1) el PAN lucharía con todo el poder económico del gobierno federal para posicionarse nuevamente y ganar la repetición del tercer sexenio, su objetivo era seguir en el poder, 2) AMLO estaba con una fuerza creciente de simpatizantes, pero carecía de una plataforma económica y social sin expectativas de impacto al electorado.
En el año de 1985 los analistas auguraban el fin de la historia del PRI, porque fue el punto de una triple inflexión y perdida de mayoría de legisladores. Así como el final de no dar espacio a los dinosaurios de la vieja clase política populista priista, extinguiéndolos para darse paso a la elite tecnocrática neoliberal imponiendo un nuevo modelo económico que fortalecería a la oposición panista y perredista.
Por lo que conllevó a su final del priismo con sus 5 fases, siendo: 1) ya no era el partido político absoluto del estado, 2) un partido hegemónico, 3) ya no sería el partido dominante, 4) como partido declinante, 5) llega a ser un partido más de la oposición.
El PRI nunca le interesó erradicar la corrupción, en las crisis económicas siempre aprovechando la ocasión para endeudar más el país y de paso quedarse con un porcentaje para su provecho personal. Nunca pudieron cumplir con más expectativas de programas federales para satisfacer el bienestar social de los que menos tienen que viven en pobreza extrema, pero la que si les dio un fuerte revés fue la ruptura con la elite priista.
1982 llegaron los tecnócratas, elite arribista que fueron los que desterraron a los políticos tradicionales.
1986 nace la clase política priista corriente demócrata.
1988 Cuauhtémoc Cárdenas renuncia al PRI y se va como candidato independiente de oposición por lo que se llevó a la corriente demócrata para formar un partido, que además obtuvo una votación histórica según las cifras oficiales de ese tiempo, el 32%.
Este mismo año 1988 Carlos Salinas de Gortari gana las elecciones presidenciales con el apenas del 50.3 % de votación, teniendo en cuenta que tenían a favor la comisión electoral federal, manejada desde Segob.
En 1994 asesinan a Colosio candidato priista a la presidencia sustituyéndolo Ernesto Zedillo, que provocó una ruptura con el grupo tecnócrata en interior del priismo.
En 1999 el CEN y el Consejo Nacional aprueban quitarle al presidente la facultad de seleccionar a sus sucesores presidenciables, por lo que en ese año los priistas designan a Francisco Labastida Ochoa que no tuvo la suficiente fuerza y apoyo de la militancia y simpatizantes priistas para ganar la presidencia.
En el 2000 llega la alternancia panista que ganó dos sexenios seguidos.
Los priistas perdieron en estos sexenios las presidenciables porque no obtuvieron candidatos con consensos entre sus militantes y en los grupos de poder priistas.
Labastida Ochoa le faltó reconstruir los lazos y negociaciones políticos para romper el bloque de los gobernadores, así como los empresarios priistas que traicionaron e influyeron en el voto en contra.
En el 2006, Roberto Madrazo Pintado llegó a una candidatura excluyente de su propia militancia y cuadros de liderazgos políticos estatales y sin el apoyo de los grupos del poder priista y ni coaliciones dominantes.
En esa ocasión, la maestra Gordillo, líder de la SNTE y los gobernadores, sectores políticos nacionales, los comités estatales y municipales de su propio partido fueron en contra, no lo apoyaron porque se sintieron excluidos.
Sin embargo, Peña Nieto gana la gubernatura del Edomex en ese año 2006, con un PRI unido que le ayudó mucho que la candidata panista Josefina Vásquez Mota, estaba fracturada políticamente.
2012 logra el priismo recuperar la presidencia con EPN, que logró reconstruir con una base mínima de priistas y que la gana con un 38 %, mas 6 % del PVEM.
AMLO nace de la figura de las bases sociales del PRI, que en 1988 renuncia a este partido para buscar la gubernatura de Tabasco, siendo candidatos por dos veces seguidas, las cuales perdió.
En el 2000 gana la jefatura de gobierno del DF con el apoyo político incondicional de Cuauhtémoc Cárdenas y de Rosario Robles.
Que después y por dos ocasiones, es candidato por el PRD a la presidencia de la república, las cuales perdió,
En el 2006 quedó 0.5% abajo del panista Felipe Calderón, y AMLO se sintió robado electoralmente, por lo que repitió en 2012 para quedar a 5.6% del priista Peña.
En el 2018, llega a las presidenciales, y le ayudó para ganar la crisis política priista, y el escándalo de corrupción en la administración peñista. El candidato oficial del PRI sin fuerza política, el realineamiento de 15 millones de militantes y simpatizantes priistas que le dieron voto a AMLO, molestos por imposición de candidatos en los estados y municipios, sin considerar los cuadros y grupos políticos priistas, y eso que no era nada nuevo el discurso de AMLO. Más bien pintó parecido al viejo discurso social y populista priista.
Se dice que los priistas están preocupados porque quien sacó al PRI del poder es López Obrador y esperan que tenga más problemas económicos en su administración, que tenga un quiebre técnico desde adentro parecido al del 1982, para tener oportunidad de seguir conservando las gubernaturas en el 2021 y llegar al poder presidencial en el 2024.
Pero los analistas auguran que el PRI ya no se levanta, que no cuenta actualmente con un discurso propio, y que es increíble la pronta recuperación y la capacidad de reorganizarse internamente que ha tenido para mantenerse en pie, con líderes de relevos dinamizadores, a pesar de que ha perdido su estructura en su territorio nacional que ahora se están reintegrando a Morena.
Por ello, se rumora que aunque se diera un colapso económico parecido a 1982 como futurizan los priistas, de poco les serviría porque han perdido su estructura de poder nacional o sea su maquinaria política electoral que mucho presumían orgullosamente que tenían, ahora ya no cuentan con ella, abandonaron el nido priista.
Se espera que se están desgranando poco a poco actualmente por las renuncias de los cuadros y liderazgos priistas, que eso es lo más grave, mas no esperan estar en coaliciones o alianzas locales e internas políticas porque carece del poder económico y no cuenta con suficientes posiciones de elección negociables. Ya no les creen por las promesas incumplidas con su militancia y simpatizantes de ese partido, ¿con qué ganarían en las elecciones electorales del 2021 y 2024?
Se dice que ahora el CEN del PRI está dominado por EPN y su operador político Luis Videgaray, que no mueven un dedo sin el consentimiento de su jefe, por esta situación que se está dando en el seno priista es que buena parte de los priistas están buscando el reacomodo en Morena.
En el 2012, con los recursos económicos del gobierno el estado de México, EPN logró ganar la presidencia, permitiendo cohesionar a todos los grupos políticos priistas, ya que AMLO mantenía ocupada y diluida su militancia y simpatizantes con protesta y marchas callejeras del 2006 al 2012.
El priismo lo realizaron para mantener tres objetivos políticos muy claros, siendo: 1) cohesionar a la clase política dominante, 2) operar procesos electorales vía reparto de puestos de poder, 3) garantizar ganar la elecciones con una propuesta propia social de gobierno.
Las tres características que diferenciaba al PRI, ya no se daban en el 2012. Estaban totalmente liquidadas, pero el discurso político electoral de EPN, levantó los ánimos de triunfo uniendo al priismo. Supo vender bien sus propuestas de programas sociales prometiendo más beneficios a los que menos tienen tocando la sensibilidad de los pobres que hora sí serían tomados en cuenta por el gobierno federal, con sus propuestas de transformación y modernización de las estructuras productivas.
Pero a medio sexenio, a EPN se le desvanecen su fuerza institucional y de sus posiciones de gobierno para llegar a sus objetivos en restaurar y cumplir con las promesas de campaña que tanto había prometido.
Y actualmente, AMLO lo está operando desde su presidencia estos tres objetivos que bien conoce porque recibió todos los conocimientos estatutarios y políticos de ese partido que ahora está aplicando.
Lo que salvaba al PRI es la regla de oro, la autoridad presidencial de EPN que en el 2012 al 2018 se mantiene como presidente en turno, con el poder y control absoluto del partido, de designar candidatos sucesores, cuenta con la comisión electoral federal para operar a modo los votos, además administra a modo discrecional el presupuesto económico público del gobierno federal para distribuirlo entre los priistas de sus gobiernos de las 11 gubernaturas, liderazgos locales, y con el gobernador del Edomex, el cual se rumora que es un subordinado más de AMLO por lo que le debe ese puesto de poder por haberlo dejado llegar al gobierno estatal antes de llegar a la presidencia.
Se augura por analistas políticos que de las 15 gubernaturas que se disputarán en el 2021 en los siguientes procesos electorales, 8 están en poder de los priistas, que será imposible que las ganen para que continúen gobernándolas, siendo posible que sólo se queden con 2 estados. ¿Será?
Todo puede suceder en política, pero la realidad lo sabremos en las siguientes elecciones electorales del 2021. La pregunta del millón ¿será posible que los priistas rebasen el 9.2 % en votación en diputados federales? Que es lo que cuentan en este trienio 2018-2021 actualmente en la Cámara Baja.
Hasta la próxima.
Be the first to comment on "Radio Pasillo"