#PolíticaPorteña

Columna / Noé Segura

Un médico posteaba que las elecciones de este año nos pondrán a prueba para elegir de entre dengue hemorrágico, sika y chikunguya.

A consideración del galeno, el primero de julio será momento de elegir al menos peor, al que menos sangre a esta sociedad hastiada.

Decía otro amigo que lo bueno de que todos los que ahora se perfilan tienen cola que les pisen, y así, nadie se atreverá a señalar con dedo flamígero al adversario.

Compra de áreas verdes por una, tener parentela con señalamientos de ser delincuentes de cuello blanco en otra, venta de áreas verdes y adjudicación de contratos a su propia empresa en otro aspirante, entre otras linduras, podría llevar a una especie de pacto, para que ni ellos ni sus equipos, se saquen los trapitos al sol.

Eso podría privilegiar el que los ciudadanos en lugar de lodo y escupitajos, presencien propuestas. Podría ser.

Como el calendario electoral establece fecha límite el 2 de abril para que dejen sus cargos los funcionarios, – incluidas las dirigencias políticas–, y no se definen las reglas de juego en algunos partidos, ahí tenemos a algunos suspirantes en la puerta de arrancadero.

En el caso del gobierno local, hablamos de los ediles Judith Carrillo Chacón, Marco Antonio Rodríguez Santillán y Guillermo López Villalobos. Y están inscritos por los menos otros dos funcionarios municipales, Julio César Carrillo y Manuel Sánchez Naranjo.

Con influencia en esta zona, por lo que respecta al gobierno estatal, es el caso de Silvia Estrada Esquivel, que igual renunciaría.

El 15 de febrero inicia otro periodo legislativo y también habrá separaciones inmediatas unas, calculadoras otras. Nalleli Julieta Pedraza y Eloisa Berber, ejemplos.

En el PRD no encuentran como contener la caída. Protegieron desde un grupo la candidatura a alcalde para Mariano Ortega, pero en los tiempos más complicados y que ese partido tiene un tercer lugar en preferencias debido a varios factores.

Morena le abrió boquete que pronto derrumbó las ruinas que existían desde que Arquímides Oseguera impuso a Araceli Camacho ahí, y fue para atrás y para atrás, por desacuerdos entre las tribus, incluida la de Silvia Estrada que ocupó la secretaría del partido, a través de Edgar Castro.

Súmele que Benjamín Nava se llevó arriba de cien activos perredistas, José Camarena, Toñita Borja y José Ángel Polanco, entre ellos.

Otro retroceso perredista lo motiva el propio gobierno estatal al enfrentar a centistas, lo que hizo pronto una reacción de apoyo de los ciudadanos de Las Guacamayas que sienten burla cuando se use garrote contra maestros para levantarlos de las vías del tren y no ha podido ni con el pétalo de una rosa tocar los intereses de la ferroviaria Kansas City Souhtern para exigirle aporte por lo menos el proyecto para que la mayoría de la tenencia en mención no quede aislada cada vez que el tren mueve mercancías.

Pero en el “No queremos a Silvano; tampoco a su hermano”, no para todo. Hay que ver el desencanto de los propios perredistas. Muchos tienen el coraje a flor de piel de haber sido usados para mostrar un partido democrático a los ojos del mundo y haber gastado en papeles, pasaje y los agregados para ir a Morelia a inscribirse y terminar dándose cuenta que no habrá elecciones porque todo está y estaba repartido entre las tribus.

De qué sirvió que once aspirantes a regidores acudieran a la sede de su partido –sin faltar el presumido que lo subía a su facebook– a inscribirse y hasta regresaran para cambiar o completar documentos.

A los mismos aspirantes a alcalde, qué explicación se les va a dar. ¿Que estaba el machuco hecho? O no merecen una respuesta y explicación el empresario Mateo Toledo y la defensora de derechos Yuliana Villaseñor. Ya advertía la jugarreta Román Tafolla, por eso dice su equipo no se prestó y ni cayó en la trampa.

Por cierto, algo trae entre manos Román porque su equipo sigue activo y celebrando encuentros. ¿Cuánto tardará sin enseñar las cartas con que juega?

Regresando al PRD porteño, desde ahora, quienes hacen quiniela, lo colocan tercero para cuando cierren las elecciones del 1 de julio. Sin hablar de los términos de la candidatura común que están llevando con el PAN de Javier Estrada, tienen razones sobradas.

La vez anterior, decía que Itzé Camacho tenía padrinos trabajando afanosos por sostenerla, que su madruguete era parte de la estrategia y lo lograron Leonel Godoy y Fidel Calderón, hicieron valer el acuerdo de un año atrás con Yeidckol Polevnsky, la obrera de AMLO.

La semana pasada, Morena pactó con el grupo que gritó su contrariedad por la decisión ¿y qué cree?, que logran su objetivo. Les cedieron la candidatura a diputación local, y colocan ahí a su cabecilla, Teresa López Hernández. Con eso, se supone, que trabajarían por ambos grupos y al de Filemón Aguirre, le darán puestos, si es que lograran ser gobierno, porque la sindicatura será para el PT.

Itzé terminará siendo candidata a la alcaldía de la alianza Morena, PT y PES, aunque los últimos metan ruido en contra. Al tiempo.

A quien se le fue de las manos la oportunidad de ser, es al ex priista, Enoc Tafolla. En la conferencia estatal nadie le recomendó guardarse siquiera algunos detalles de sus diez años en la cárcel.

Dar santo y seña de los personajes con que compartió celdas, lanzar acusaciones y desubicar tiempos, le cerró la media ventana que tenía abierta al ex síndico.

Aunque claro está no se espera que se lo diga Reginaldo Sandoval. Se puede dar por hecho, que el petista venga al puerto a presentar a Tafolla Torres como opción salvadora del municipio, y con lo ávaro que es, todavía le sacará otros muy buenos pesos antes de decirle que no se pudo.

Me regalaron un par de mensajes para anotar que erré en los apuntes referentes al alcalde Armando Carrillo. Qué está más vivito que nunca políticamente y se inscribió el domingo como aspirante a la diputación federal por este 01 Distrito.

Sostengo que está dando un salto al vacío y se está indisciplinando. Si bien acudió al pre-registro con regidores opositores de su administración para demostrar que sabe agrupar. Nada qué comparar con quienes acompañaron a Reyes Galindo, quien tiene la bendición de los dirigentes.

Cierto, Lázaro Cárdenas merece ser quien ponga el candidato porque aquí está el grueso de los votos, pero en las cúpulas de poder, eso no cobra importancia. Para muestra las dos anteriores candidaturas, la de Rodimiro Barrera y Fernando Salomón Rosales Reyes.

Ahora que algunos sugieren revisar resultados de las administraciones pasadas para explorar la posibilidad de un nuevo periodo de quienes ya han gobernado, para que a algunos yo les caiga peor de como hasta ahora, es David Zamudio quien registra mejores resultas.

Como ejemplo, encontré que en su administración nunca hubo tomas de Palacio, ni paros laborales, no atrasó pagos a los trabajadores, no tuvo déficit, pagó deuda y no se endrogó.

Busqué en los registros y tuvo tres asesores que redujo a dos, frente a los últimos gobiernos que han tenido diez, y de resultados con ese titipuchal de colaboradores, ustedes tienen la mejor opinión.

En el gobierno de Zamudio los regidores no imponían cuota de empleados, ahora algunos meten a sus familiares para engrosar sus ingresos. Y los más honestos los dejan ver trabajando, hay otros que sólo están en la nómina y hasta les mandan el sobre.

Ando documentando desde cuándo ocurre y quiénes han sido los más beneficiados.

Hasta próxima Política Porteña.

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