La pelea por la Presidencia será entre Anaya y AMLO: Analistas

Lázaro Cárdenas, Michoacán.- A juicios de analistas mexicanos, algunos de ellos invitados a debatir el debate presidencial, la lucha por ser el próximo presidente de México ya está solamente entre Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya Cortés.

Y precisamente, durante el segundo debate presidencial, los candidatos Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya se enfrascaron más en mostrarse uno al otro y exhibieron entre otros apoyos a distintas portadas de la revista Proceso para defender sus alegatos.

Ricardo Anaya cuestionó que uno de los hijos de López Obrador haya estudiado en España. “Pues no que muy nacionalista”, soltó irónico el panista, abanderado de la alianza entre PRD, PAN y MC.

A ello, López Obrador respondió: “Ricky Riquín Canallín, este no tiene nada que ver lo de mi hijo, con que tu hayas mantenido a tu familia en Atlanta. A ver si me da tiempo de mostrarles la casa, bueno… me va dar tiempo de donde vivía el señor. Hoy en la revista Proceso lo denuncian por corrupción”, dijo el de Tabasco al tiempo de sacar de entre sus papeles la edición 2168 de la revista en mención, cuya cabeza principal es: Los turbios ingresos de los Anaya.

Ricardo Anaya mostró entonces dos portadas también de Proceso, las correspondientes al número 2156 del 25 de febrero titulada “Pacto de impunidad” y la 2155, que circuló el 18 de febrero titulada “Los ricos de López Obrador”.

Analistas como Ramón Alberto Garza, anotó que si el segundo debate presidencia hubiera sido una pelea de box, por decisión técnica habría que levantarle la mano a Ricardo Anaya.

“De los cuatro sobre el ring, el candidato de Por México al frente fue el más convincente, el más claro, el más asertivo, el que más conocimiento exhibió, el que mejor atacó y el que más se deslindó”, expuso Garza.

Del candidato priista José Antonio Meade, al que otros analistas recomiendan ir aceptando su derrota, dijo que se superó a sí mismo respecto al que se presentó al primer debate, pero “le pesa el muerto y mucho”, por lo que ve a su paso por cargos públicos, en Hacienda, la Cancillería y Sedesol.