En Morena inevitable choque de trenes

Señor Suárez / Opinión

Todos contra todos es el hoy por hoy en Morena, lo que augura choque de trenes que dejará pedazos y tiradero de los contendientes, tanto en Lázaro Cárdenas como el estado.

Si bien hay intentos en el partido que dirige Pablo Celis y Mario Delgado, en lo estatal y nacional, de que la fiesta se lleve en paz, no hay garantías porque algunos de los aspirantes tienen cercanos referentes que han hecho antes trabajo sucio, ¿Quién se atreverá a afirmar que esta vez será historia diferente solo por estar en Morena? El poder es poder.

Hablar de las mujeres rumbo al Senado, a donde dicen apunta Itzé Camacho, no tiene mucho sentido. Aunque se sabe de tres que se inscribieron y se afirma que hay dos más, nadie tiene la estatura para dar pelea a la doctora Fabiola Alanís. Así que si hay más es para ver qué pescan o qué queda, porque decir otra cosa es autoengañarse.

Leonel Godoy regresó de su exilio o desde allá cantó, su apoyo para que Raúl Morón vaya a la Senaduría con miras puestas en la gubernatura en 2027, que se le arrebató en el 2021.

No es cosa menor, desde ahora afinar puntería al Solio de Ocampo, la sede de los poderes estatales en Michoacán. Es por decir lo menos, pleito declarado a Alfredo Ramírez Bedolla, quien necesita tener quién cuando se vaya, le cuide las espaldas, lo que no sería posible con sucesor de otra parcela política.

La lucha a muerte será entonces entre el ex secretario de Gobieno Carlos Torres Piña y el ex dirigente magisterial Raúl Morón, que representan los proyectos de Alfredo y Leonel, respectivamente. ¿Quién saldrá con cicatrices pero la candidatura al Senado en mano?

Y la historia se repetirá si se lleva al terreno municipal en Lázaro Cárdenas, donde una desgastada imagen del partido será la primera carga para cualquier candidato, la avenida Melchor Ocampo y los servicios, son un lastre.

Hoy la lucha ocurre en ambos géneros al no tenerse la última palabra sobre si van con hombre a la alcaldía y mujer a la sindicatura, o al revés.

Muchos dan por hecho, que la batalla campal será entre mujeres, y ven a las Julietas en agarrones. Cada una trae sus afines, de donde sacarían síndico, pero ¿Y si les mete mano una fuerza externa que tenga interés en colocar al suyo, y les descompone el juego?, ¿No tendrán más fuertes jaloneos?

Julieta García viene de una especie de suerte que la hizo diputada federal luego diputada local, donde discretamente llegó a ser presidenta de la Mesa Directiva, lo que nunca nadie de aquí pudo antes. Y como diputada federal dejó su nombre escrito en el recinto federal al acompañar una iniciativa particular. ¿Es suficiente?

Julieta Pedraza, que prefiere usar su segundo nombre para dar la guerra, el de Nalleli, tiene en sus registros haber sido diputada local y tras meterse en los entrecejos de la política en el partido guinda, llegar al mismo comité nacional, con la cartera de Secretaria de Mexicanas y Mexicanos en el Exterior. Preferiría tal vez olvidar su fugaz paso por la dirección del ICATMI, que dicen que le habría dejado una tajada del jugoso presupuesto. Dicen.

Ambas tienen equipo y trabajo dentro de Morena, que le pueden quitar la cochambre que la actual administración le está dejando. Sin embargo, esa circunstancia puede ser usada a favor por la oposición que hoy en día sin candidato, puede animarse de la historia que pasó en lo nacional, donde sin tener rumbo, de pronto tuvo en Xóchitl Gálvez la oportunidad de articularse.

Cuentan que otras dos mujeres se inscribirían para la contienda municipal, aunque no de cuidado para las mencionadas, por cierto que podrían sumarse a la actual diputada, aunque Nalleli ha tendido lazo de unión con una de ellas cuando denunció violación de sus derechos por el síndico, uno de los que quiso la candidatura, pero le quedó más lejana que la luna.

Y hablando de los no morenistas, interesante historia tejen tanto Benjamín Nava como Memo López, cada uno en distinta pero prometedora cancha, el partido naranja y el tricolor.

Hay quienes quisieran ver muerto al PRI, cuando ha sabido resurgir y esta puede ser una de esas historias, sino tiempo al tiempo. Del naviero se podrá decir que no tiene mucha cercanía con los comunes y en comunidades, pero para qué existen los comités seccionales sino para subsanar esas circunstancias.

En cambio, el ex regidor y ex candidato a síndico, tiene relaciones con la gente de empresa, de organismos empresariales, camarales y hasta sindicales, además de no ser mal visto en sectores clave en un proceso electoral. Porque se trata de ver negros y claros, posibilidades y frenos, y salvo lo que puedan decir los morenistas, el güero tiene con qué dar la pelea.

Nava por su lado, podrá cargar con los negativos de haberla buscado el poder en dos carriles antes y haber terminado en los engañosos brazos de la 4T, y justo es donde le aprecian que habrá tenido enseñanza y el valor de rectificar camino.

Como quiera, está en un partido que a nivel nacional y estatal renueva interés en la política, pues se sale del esquema, y al no hacer alianzas por carguitos o mantener el registro, como otros, despierta confianza de algunos, que se refuerza cuando ven los envidiables resultados económicos y sociales de Jalisco y Nuevo León, los estados que gobierna Movimiento Ciudadano.

Aseguran quienes conocen al carnicero que los momentos de experiencia pasada, precisamente le ayudarían a valorar con quién puede ir y a quién puede darle las gracias para que no estorbe ni reste. ¿Será? De entrada hay que ver si llega a la candidatura, que no haya cambio de juego. Lo cual parece estar salvado al hacer equipo con figuras estatales y haber tenido una relación en lo federal, que en su momento saldrá a la luz.

Ya veremos, dijo el ciego.

Seguimos al péndulo.

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