Cuando la perra es brava

Por el Sr. Suárez

Gris es el panorama para nuestra presidenta municipal y por consecuencia para nosotros los habitantes de este nuestro querido Lázaro Cárdenas y triste observar que este panorama lo están planteando los Panistas y Priistas a ultranza inmersos en este marasmo político morenista que vive este nuestro terruño.

Por un lado, en el seno propio del ayuntamiento el síndico Peraldí de extracción panista, haciéndole la mal obra a Itze Camacho y metiéndole un gancho al hígado ahí en cortito, al provocar que Derechos Humanos se le lancen a la yugular a la presidenta por el tema de los 600 eventuales que ya habían decidido cortarles el contrato.

Para lavarse la cara aunque el cuerpo siga sucio, Peraldí Sotelo con oficio, lanzó como advertencia a los jefes y directores de que estaba prohibido hacer movimiento alguno de despido, siempre y cuando no se apegue a leyes.       

Y por otra parte, en Capalac, otro gancho al hígado, le están propinando a la presidenta municipal sus parientes incómodos Pioquinto Camacho y el Chago Camacho, director y gerente administrativo, respectivamente, en este organismo.

Y es que al parecer apoyados por la Tesorera Municipal y a espaldas de María Itzé, quien es su patrona desde la clínica, están desmembrando el grupo de todas las confianzas de la presidenta que envió con Pioquinto para operar el Capalac.               

Aquí se cumple el viejo y muy conocido refrán de que cuando la Perra es brava hasta a  los de la casa muerde.

Trascendiendo de que el tío de Itzé, Pioquinto ha dejado toda la responsabilidad de la administración del Capalac al sobrino y primo hermano de la presidenta, el priista “Chago Camacho”, quien como ya se había ventilado, es un priista rancio, prepotente, grosero, arbitrario y no de muy buena reputación en su paso por el organismo operador del agua en el tiempo de gobierno del tristemente célebre expresidente priista Gustavo Camacho.

Pues resulta que Santiago, al apoderarse de la administración del Capalac en complacencia de su tío Pioquinto, comenzó a desmembrar el equipo de jóvenes prospectos enviaos por Itzé al Capalac, haciéndolos a un lado de manera grotesca y prepotente.

Y con su plan, darle vida y rodearse de gente del mismo organismo y que dejó la administración pasada y de la que se le señala varias tranzas y movimientos  chuecos para desviar recurso económico del Capalac, de un organismo del que nos han vendido la idea que está en bancarrota por su alta morosidad.

Tal es el caso del Lic. Lauro de Las Guacamayas y Jazmín de informática en Lázaro Cárdenas, que se cuelgan de todas las tropelías y raterías posibles en mancuerna con los Magadanes.

Afirman que Lauro llegaba con grandes cantidades de dinero en efectivo de los consumidores del agua y cerraban el círculo con una mujer de informática llamada Jazmín, quien era la que se encargaba de borrar las evidencias en el sistema informático de cobros.

Se sabe que la situación la han denunciado ante Itzé porque el director Pioquinto ha cerrado ojos y oídos, pues al tener confianza a El Chago, ha dejado en manos del mencionado sobrino, los destinos de la administración.

Un triste panorama de seguir y continuar con estos desatinos y golpes bajos a la presidenta municipal, por estos funcionarios públicos que deberían estar velando y empujando el bien común, junto con la presidente Itzé. Deberían.

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