Lázaro Cárdenas, Michoacán.- Sudando la camiseta a pesar del benigno clima de fin de año en este lugar mientras entregaban sus mejores ritmos fusionados, XIK demostró en el Malecón de la Cultura y las Artes, porqué serían los hijos de Café Tacuba y Lila Down.
Su guacamole musical empezó con “El Son de los Limones”, y siguieron sus himnos de “Chile de amor”, “Ave de canto libre” y “Por si sí o por si no”, ésta última sirvió incluso de marco para la presentación de los seis integrantes de la agrupación que nació en Guadalajara.
Y no bastó con dicha entrega, los porteños tuvieron la dicha de conocer sus nuevas propuestas, pues estrenaron aquí “Semillas”, con jocoso ritmo jarocho con toques a ratos de blues, y “Movimiento circular” que evocó a Enanitos Verdes y Café Tacuba.
Los momentos que quedarán para el respetable que se regaló la oportunidad del espectáculo, fueron –a juzgar por los aplausos y coros–, los mexicanísimos temas “Cielo rojo” y “Corazoncito tirano”, que al estilo de XIK interpretó Lucy Gil, la única mujer en la agrupación.
Eduardo Salcido agradeció a los organizadores del Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez, por el que llegaron a este Puerto, y al público de Lázaro Cárdenas por el seguir consumiendo el canto en vivo en estos tiempos de muchas plataformas y digitalización.
XIK surge de un proyecto escolar universitario, pero pronto le encuentran gusto mayor a la música y hoy reúne a músicos de varias partes del país, “ahí empieza el guacamole”. A nadie escapa saber que hay diferentes propuestas musicales en el país: sones jarochos, chilenas guerrerenses, mariachi en Jalisco, sones calenteños, y muchos otros.
Ante las influencias de la música popular mexicana en su repertorio y la propuesta, se dificulta encasillar en un género a lo que hacen, “si nos presentamos con roqueros, nos califican de folclóricos, si nos presentamos en un evento cultural, nos califican de roqueros”, señaló el mismo Eduardo, voz y guitarrista de la agrupación.
La energía y entrega en el teatro del Malecón de la Cultura y las Artes nunca reflejó el cansancio físico que debieron tener tras siete horas de carretera desde Guadalajara, llegar a atender entrevista en Radio Azul y preparar la instalación del equipo.
El sexteto se retiró de aquí la noche del pasado domingo satisfecho de dar su música, mezcla sabrosa, a ratos extraña de mariachi, jarocho, toques de jazz y mucha percusión.
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